Puedes volar muy alto,
pero allí arriba
hace frío,
por no hablar
de tu vértigo
indomable.
La caída, en consecuencia,
posee suficientes ventajas:
un aumento de la temperatura
y la seguridad de que los pies
van a moverse
tocando suelo.
Puedes volar muy alto,
pero allí arriba
hace frío,
por no hablar
de tu vértigo
indomable.
La caída, en consecuencia,
posee suficientes ventajas:
un aumento de la temperatura
y la seguridad de que los pies
van a moverse
tocando suelo.
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