Por supuesto que el amor
huele y sabe y eriza la piel
y moja y caldea el ambiente
y quita el hipo y corta
la digestión y mueve
montañas si se pone
un poco de fe
en el asunto.
Pero que nadie
se haga ilusiones:
los síntomas varían
una barbaridad
a lo largo de tomas
sucesivas.
Y eso por no hablar
de los gustos
raros y caprichosos
de los sujetos
implicados.
Por lo demás, estoy
plenamente de acuerdo
con Safo:
"agridulce alimaña
invencible".
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ateopoeta -
polikarpov -