En el centro
de la multitud
y de los lugares concurridos,
entre pasajeros ausentes,
en el medio del vagón
del metro, en hora punta,
esperando numérico
a que avancen esas filas
interminables, rodeado
por la apariencia
de un vasto mutismo,
conteniendo la inundación
del pensamiento
de la nada,
me limito a llegar
con paciencia
al refugio donde
poder escribir.
Fotografía: Vivian Maier
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