Hacia la religiones,
las compras compulsivas,
la obediencia ciega
y otros opios del pueblo
siempre he sentido
una repulsión
visceral.
Para el amor tóxico
y adictivo tampoco
he encontrado
remedio.
Hacia la religiones,
las compras compulsivas,
la obediencia ciega
y otros opios del pueblo
siempre he sentido
una repulsión
visceral.
Para el amor tóxico
y adictivo tampoco
he encontrado
remedio.
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