Después de tantos viajes,
¿has vislumbrado un lugar
donde se respire la mesura
y se cultive para la flor
de todas las especies?
¿Acaso un recóndito y humilde
conjunto de almas que sepan
sobrevivir cuando se quiebren
las ambiciones y sea nada
la carísima aventura
de la destrucción?
¿Optarás por el resguardo al pie
de los últimos árboles
y los olvidados, o por reparar
el territorio de los verbos
hundidos en el fango?
Fotografía: Agustín Hurtado
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