El cielo inmenso y despejado,
absorbiendo la luz y los rostros
de la ciudad que nunca podré
abandonar.
Pienso en todo el amor que cabalgó
sus calles,
en todos los hilos que quedaron
pendientes,
en el fin de la tarde hipnotizado
por el estallido de las nubes.
Volver y no volver.
He conocido formas de huir
que no se sustentaban en ningún suelo.
Formas de llegar.
Expediciones.
Y tú atesorabas una persistencia
en los labios.
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Anónimo -
polikarpov -