Aquí yo prefiero ignorar
para que tus mariposas
beban
y las cadenas lógicas
no objeten
la torsión del clarear
pálido.
De alguna forma
debo restablecer
el acuerdo
con lo inerte y la azalea.
¿Cómo, si no, me darás
fuego de tu antorcha
y el papel mojado
que navega?
Enrocándose
una palabra en el trance,
aúlla
a la hora de la limpieza
municipal,
a la misma velocidad
y exposición
que me persigue.
Las hebras de color
de lo que amas
y el silencio añejo
servirán a idénticos
fines
nutritivos.
Fotografía: Julia D. Velázquez
0 comentarios