El cuerpo es sabio
y me pide
con más frecuencia
la posición
horizontal.
Mirar de tú a tú
a todos los caídos.
Invertir las fuerzas
del pensamiento.
Extender cada pliegue
de inhibición.
El remedio surtiría
mejores beneficios
si, además, tú
yacieras a mi lado.
Fotografía: Antanas Sutkus
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