Me esfuerzo
todo lo posible
en atender
las conversaciones,
en fijarme
por donde piso,
en cumplir
las tareas
con diligencia.
Pero el poema
continúa
rumiando
por detrás,
como raíz
sedienta
y urgente,
reclamando
su ración
de luz.
Me esfuerzo
todo lo posible
en atender
las conversaciones,
en fijarme
por donde piso,
en cumplir
las tareas
con diligencia.
Pero el poema
continúa
rumiando
por detrás,
como raíz
sedienta
y urgente,
reclamando
su ración
de luz.
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