¿Y qué culpa tengo yo
de que inefables
aberraciones
se apoderen
de mi pensamiento
en el culmen
de la excitación?
Ojalá volviese aquella
mística de juventud
y paraísos naturales
que una vez
nos inundó.
Fotografía: María Sánchez
¿Y qué culpa tengo yo
de que inefables
aberraciones
se apoderen
de mi pensamiento
en el culmen
de la excitación?
Ojalá volviese aquella
mística de juventud
y paraísos naturales
que una vez
nos inundó.
Fotografía: María Sánchez
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