Por enésima vez,
esto del amor
es como repetir
el entretenimiento
de lanzarse
por el tobogán:
un descenso acelerado
que culmina
de forma precipitada
en el solar de siempre
o en un nuevo
chapuzón.
Fotografía: Miguel A. Martínez
Por enésima vez,
esto del amor
es como repetir
el entretenimiento
de lanzarse
por el tobogán:
un descenso acelerado
que culmina
de forma precipitada
en el solar de siempre
o en un nuevo
chapuzón.
Fotografía: Miguel A. Martínez
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