No son verdad las piscinas, las tortugas,
los talones de Aquiles.
No es verdad el adiós.
No es verdad la verdad, artera,
imprescindible.
No son verdad los momentos brevísimos
de gloria, lo incorpóreo, la sal
de tu boca.
No es verdad el anonimato ni la ciudad.
No es verdad que haré concesiones,
no antes de acopiar el aliento y
el azul con los que seguir
a nado.
Fotografía: Masao Yamamoto
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