Id a la encrucijada, al nudo
áspero que nos constituye.
Que nadie os arrebate el difícil
equilibrio de las aguas vertidas
por fuentes contrarias,
porque ahí subyacen el crudo amor
y la soberanía.
Es una materialidad disipándose
y en contracción
la que pergeña un verso
que une.
Fotografía: Miguel A. Martínez
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