El cuerno de la abundancia
Me gustó el título de esta película: tantas ideologías y religiones han prometido paraísos, tanta sangre derramada por una vida sin ninguna dependencia de la naturaleza. Y supuse enseguida que tratándose de Cuba, habría mucho de reír para no llorar (no sé por qué, pero sospecho que la misma expresión me vino a la mente con Habana Blues y con Guantanamera). Como en las viñetas de Quino, pero con más hilaridad y desesperación. Porque entre la picaresca caribeña y el hambre post-revolucionario caben infinitas prosas. Como en otras hermanas isleñas del mismo género cómico, aquí se recurre a la parábola para retratar a una comunidad. Una comunidad con sus más y sus menos. Con sus líderes y sus aprovechados. Con los que se quedan y los que se van. Estos últimos, por varios e inescrutables caminos. La parábola: no importa de dónde venga el maná si al final llega para aliviar nuestras penurias. Es curioso que las monjas y piratas del pasado, o los bancos que han perdurado secularmente como sanguijuelas y en los que fue a recaer la herencia en disputa del cuento, no sean objeto de mayor debate. Y eso que no cejan de debatir y hablar y pelearse y fornicar (o intentarlo) y vivir con tanto sol y pasión que en nuestro paralelo parecemos osos polares. La técnica narrativa en círculo y la banda sonora aderezada por Lucio Godoy aderezan más que dignamente esta lograda tragicomedia de Juan Carlos Tabío (2008).
5 comentarios
polikarpov -
ateopoeta -
el güevón enmascarado -
ateopoeta -
besos
Una de las forjadoras de sueños -
Así que gracias por tu oportuno comentario, me anima a ir a verla y a disfrutarla, por lo que cuentas será así.
Me siguen resultando muy útiles tus comentarios de películas puesto que coincidimos en este gusto y me "aligeras" un poco, la tarea de seleccionar y acertar.
Besos,