Después de abrir una
seguir hasta la próxima
y no parar por muchas
puertas que se crucen
en el camino.
Es posible que nada
ocupe el vacío
entre una puerta
y la siguiente.
Que la primera solo
contenga a las demás.
Que lo realmente
notable o esencial
ni siquiera consista
en avanzar sin fin.
¿Qué sucede
con los goznes
y umbrales,
con los cerrojos
que han quedado
atrás?
¿Son idénticos
a los que están
por venir?
La naturaleza
se revelará
el día en que
las paredes hablen.
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