Y solo queda la memoria
de sus manos poderosas
como alas, el infinito tejer
de sus manos en un vacío
que nunca más, el incendio
de las aguas en que me sumergía.
Fotografía: Miguel A. Martínez
Y solo queda la memoria
de sus manos poderosas
como alas, el infinito tejer
de sus manos en un vacío
que nunca más, el incendio
de las aguas en que me sumergía.
Fotografía: Miguel A. Martínez
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