No es amor lo que necesitaba,
sólo comprender,
hilvanar los retazos,
aplacar la marea
de inquietud.
En el momento
de la reconstrucción
no se puede precipitar
el vuelo,
perder la senda,
divagar en la densa
noche de las oportunidades.
Hay un fulgor en la piel
rebelde que merece
tu recogimiento
y tu sorbo.
2 comentarios
ateopoeta -
Marcos -